El calor produce cambios en el apetito de los niños. A la mayoría de los niños les provoca más beber que comer, por eso, el cuidado de la alimentación de nuestros hijos en las épocas de más calor del año es algo que nosotros los padres, no debemos descuidar. Recuerda que la alimentación es tan importante como el sueño y las actividades deportivas para la salud y bienestar integral, especialmente en los niños.

Hay que considerar que en la composición corporal de los niños, hay mayor cantidad de agua, mientras más pequeño es el niño tiene mayor proporción de agua en su cuerpo. Al nacer, el contenido total corporal de agua es elevado (un 75%). Éste disminuye durante el primer año de vida y en la niñez, hasta alcanzar el 60% en la edad adulta.

Además, en comparación con los adultos, los bebés no sólo tienen un mayor contenido de agua corporal, sino también una proporción más elevada de superficie corporal en relación con la masa corporal, una mayor tasa de renovación del agua, menor capacidad de la excreción de solutos por inmadurez de los riñones y menor capacidad para expresar sed. Por dichas razones, la deshidratación en los niños puede ocurrir más rápidamente en comparación con los adultos.

Sin embargo, debido a la baja carga renal de solutos (sodio fundamentalmente) de la leche humana, los bebés amamantados exclusivamente no necesitan un consumo adicional de agua, aún en condiciones de temperatura alta.

Por lo señalado, a los niños se les debe proporcionar acceso al consumo de agua a lo largo del día, así como restringir el consumo de bebidas endulzadas y/o calóricas, lo cual previene de forma eficaz el sobrepeso (un vaso -250 cc- de bebida endulzada con azúcar contiene unas 100 kcal).

Igualmente, las épocas de calor generalmente coinciden con feriados o vacaciones y aunque es normal relajarse un poco con relación a las rutinas, conviene respetar el horario de alimentación, ya que es muy importante para regular el apetito de los niños, por lo tanto, evita que realicen las comidas con prisas y a distintas horas cada día.

Recomendaciones:

  • Empezar el día con un buen desayuno
  • Evita los alimentos fritos. Sustitúyelos por los alimentos a la plancha. Recuerda que es mejor consumir alimentos guisados, cocidos o asados
  • Realizar cinco comidas al día, distribuidas en 3 comidas principales y 2 meriendas, para aportar las calorías y nutrientes necesarios para el niño. Garantizar el consumo entre frutas y vegetales, de 5 a 7 veces al día

Ejemplos de alimentos refrescantes

Frutas de temporada: en trozos, en jugos, granizados, sorbetes o combinadas con gelatina o yogur resultan muy apetecibles para el paladar de los niños y fáciles de hacer en casa, en presentaciones atractivas, procurando no añadir azúcar. Contienen gran cantidad de vitaminas y minerales, que son muy necesarias para el crecimiento y desarrollo del niño.

Vegetales: en cremas, purés, ensaladas acompañados con pastas frías, leguminosas (granos), queso, carnes (res, pollo, pescado, jamón). Los vegetales son un primer plato completo y nutritivo tanto para los almuerzos como para las cenas de tus hijos. Además de aportar vitaminas y minerales, son fuente de fibra y agua, esencial en época de calor.

Fuente: Dra. Dalmacia Noguera

Foto: ©Miroslav Vajdić

De la formación académica de la Dra. Dalmacia destaca: Médico Cirujano de la Universidad Central de Venezuela (1994), Especialista  en Pediatría  y Puericulturade la Universidad Central de Venezuela en Sede Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo (1999), Especialista  en Nutrición,  Crecimiento  y Desarrollo en el Hospital  de Niños JM  de Ríos (2001), Consejera en Lactancia Materna con Certificación Galacma-UCV-Unicef,  Maestría  en Bioética UCV, además de varios cursos y actualizaciones de sus especialidades.

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