«El pediatra y el médico nutrólogo pediatra, son los encargados de evaluar periódicamente que el peso y la talla del niño estén en los percentiles adecuados, los percentiles son las escalas que establecen la relación entre el peso y la talla. El control pediátrico no debe distanciarse (como frecuentemente ocurre) cuando el niño cumple su primer año de edad, debido a que la manera de detectar precozmente si existe alguna alteración del peso, bien sea hacia la desnutrición o falla de peso o hacia el sobrepeso u obesidad, es precisamente a través de ese control.

Ya está demostrado que el sobrepeso conlleva, si no se ataca a tiempo hacia la obesidad, cuando el peso de un niño se encuentra en la escala entre 85 y 95 del percentil, se puede interpretar como un niño con sobrepeso, y si ya superó el percentil 95, se encuentra en obesidad. Como parte de las causas que llevan a un niño a ser obeso se encuentra el sedentarismo.

El sedentarismo además de ser un tema de actualidad y de gran relevancia que lleva a padres, pediatras, docentes y demás personas relacionadas con niños a hacer interesantes cavilaciones es un problema que amerita intervención en su pronta solución, ya que trae devastadoras consecuencias tanto en la infancia como en la futura edad adulta de los niños.

El estilo de vida sedentario viene a ser una consecuencia de varios factores, entre ellos el urbanismo, la copia de modelos parentales (padres sedentarios) niños sin supervisión o solos en casa, excesivo uso del tiempo viendo televisión o realizando algún tipo de juegos con aparatos, tablets, éstos últimos muy usados para «tranquilizar» a los niños, ignorancia del tema, cambios de hábitos actuales, modificación en los tipos de juegos que practica el infante, negligencia o descuido, comodidad, entre otros factores.

La clasificación del estilo de vida es: sedentario, poca actividad física y muy activo, en virtud de que el punto que nos ocupa es el sedentarismo, no referiremos básicamente a él.

Como consecuencia de esta situación la repercusión en la salud es innegable, teniendo como efecto:

Afectación de la capacidad pulmonar y muscular, mayor riesgo de desarrollar diabetes, accidentes cerebro-vasculares, infartos, mayor stress, mayor depresión, afectación de la calidad del sueño, entre otros efectos.

El manejo de esta problemática es a través de la consulta especializada, la actividad física, la modificación de los hábitos alimentarios y la evaluación psicológica (según el caso) e incentivarles una serie de actividades al aire libre, caminatas, juegos deportivos, actividades familiares, uso de juguetes que involucren movimientos, usar escaleras en vez del ascensor, control del uso de televisión y otros aparatos, y por último estrechar más aún los lazos afectivos con los padres y demás familiares para que además de nutrir el cuerpo, se les nutra también el espíritu.»

Autora: Dra. Eddy Zurita de la Comisión Editorial SVPP

 

Fuente de información e imagen: Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría  Rif  J-00125393-9

Este artículo está presentado en ésta dirección del portal de la Sociedad Venezuela de Puericultura y Pediatría, fue revisado por Mischiquiticos.com en Septiembre de 2013.

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